La pregunta del millón
Es habitual encontrarme esta pregunta en la bandeja de entrada así que allá van unos consejillos prácticos.
En primer lugar, esta pregunta tendría dos cuestiones ya que no hay ninguna regla que certifique que a más tiempo de erección más placer aportamos a nuestra pareja. Por lo tanto, sería ¿cómo aumentar el placer de mi pareja? Y por otro lado, ¿cómo aumentar el tiempo de eyaculación?
Para la primera cuestión hay que tener en cuenta varios factores. Es importante la cercanía que sintamos hacia la otra persona. Si conocemos bien a nuestra pareja estaremos más familiarizados con lo que le gusta, y nos resultará más fácil mantener una buena comunicación durante la relación sexual. Esa comunicación nos permite expresar lo que nos gusta, lo que deseamos… También actúa como reforzador, ya que nos permite saber lo que siente, piensa y le gusta al otro. Ayuda durante la relación expresar a la pareja lo que está haciendo bien y lo que nos gusta de ella.
El afecto juega un papel fundamental, las relaciones con sentimientos se disfrutan mucho más.
Existen algunas diferencias de género que ayudaría tener en cuenta, no son leyes irrefutables así que lo mejor sería tener una buena comunicación con la pareja para saber lo que le gusta concretamente. No lo que nos gusta a nosotros tiene que ser lo que le guste a nuestra pareja. Los hombres por ejemplo, suelen ser más visuales. Para ellos, un buen estriptis evoca una pronta excitación. La mujer sin embargo, suele preferir una luz tenue, un aroma, música ambiental, un masaje… ellas suelen tardar algo más en excitarse.
Siguiendo con factores a tener en cuenta para aumentar el placer, el tiempo es importante. Lo mejor es no tener prisa, disponer de bastante tiempo nos permite extendernos más en las prácticas, entretenernos en distintas zonas, investigar prácticas distintas, recrearnos, nos permite aumentar los preliminares, que son importantísimos para un buen desarrollo de la relación sexual. El sexo no es una carrera, no disfruta más el que termina antes.
Los preliminares también son clave. Si nos dejamos llevar por las caricias, besos, masajes, miradas, juegos de acercarnos y alejarnos intensificaremos el deseo y aumentaremos la excitación. Es una fase muy importante de la relación sexual por lo que hay que dedicarle el tiempo necesario.
Durante el coito ayuda seguir estimulando el clítorix de la mujer si la postura no permite la fricción con el mismo.
En cuanto a la duración, eso se basa en el control que cada uno tenga sobre sí mismo. Es muy importante la respiración. Aprender a tener una respiración profunda y relajar los músculos a la vez hace que no te dispares. Una técnica muy efectiva es la de pose y despose. Una vez que tengas el pene dentro de la vagina mantenlo unos segundos sin moverte, siente su cuerpo y respira. Otro recurso es cambiar de postura, cuando se está muy excitado ayudará a disminuir un poco el ritmo cardíaco, corta el ritmo por lo que permite estabilizar un poco el cuerpo para seguir. Además de todo esto, es positivo practicar ejercicios del perineo. Esto es, los músculos que utilizas cuando cortas la orina, se tensan durante 30 segundos y se relajan otros 30. Así diez veces. Luego se tensa y relaja intermitentemente 15 veces. Repetir esta secuencia tres veces al día y notarás los resultados.
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A trabajar!